EL JUEGO DE METRAS
El juego de metras, de pichas o canicas
fue en mis tiempos bastante popular
y cada niño enamorado eterno era
de sus diversas maneras de jugar.
Una de ellas, "la raya" se llamaba;
y a otra la llamaban "pasadera"
y en "la hueca", que a todos encantaba,
era lícito "plantarse" donde fuera.
Para jugar a las metras se ponía
una línea de tiro, que era "el guamo";
y hacia "el hueco", en orden, se venía,
según reglas que siempre respetamos.
De terminología un tanto complicada,
se tenía que haber dicho "pichihueco",
si una metra a otra le pegaba
y caía en "el hoyo" en su trayecto.
En el juego a no ganar, que era "al socó",
podían dejarte hinchados los nudillos;
pero el juego a ganar siempre estribó
en no dejarte ni una "picha" en los bolsillos.
Siempre había una metra preferida,
que usualmente utilizaba el jugador;
y para él era esa metra tan querida,
que su "tirona" la llamaba con amor.
Lo que más evitaba un jugador,
era que su "tirona" la perdiera;
pero podía sucederle algo peor:
¡que "la pelúa", en la noche, le saliera!
Jesús Núñez León.
MI TIRONA
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