EL SABIO VENDEDOR
A un vendedor de naranjas
un señor se dirigió:
—Quisiera comprarle tantas
como años tengo yo.
—¿Y qué edad tiene el señor?
—Ponga usted la mente atenta:
tan sólo me faltan ocho
para llegar a cincuenta.
—Es muy fácil esa cuenta
—el vendedor respondió—
veinte pares son cuarenta
¡y un par más cuarenta y dos!
Jesús Núñez León
¡Quien sabe estimar un resultado,
es muy difícil que sea engañado!
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